miércoles, 10 de diciembre de 2008

Habeas Corpus

Todos los días recibía esa familia con problemas, todos los días venia la madre y me contaba, con lujo de detalles, algo que yo casi nunca escuchaba. Casi todos los días venia esta madre con sus problemas y con su hija mayor. Una chica estrenando los veinte, que pasaba el tiempo frente a mi escritorio acariciándose el pelo y cambiando de posición con los movimientos aterciopelados de una pantera. La mujer hablaba pero de un tiempo a esta parte me pasaba siempre lo mismo. A la mujer no la escuchaba, por mas que le prestaba la cara, pero se me hacia inevitable mirar a la hija, en realidad mirarle las tetas que se escondían (no mucho) detrás de la musculosa o la remerita ajustada de ocasión.
La madre hablaba y yo no escuchaba, en cambio podría haber descripto de memoria y con rigor científico el valle apretado que se formaba entre los pechos de la hija. Así pasaba el rato. Mientras la mujer hablaba de sus problemas, recorria milimétricamente las fronteras del escote, recostando mis ojos en su piel suave y dorada o simplemente viendo como se insinuaban sus formas desde abajo de la ropa con cada brisa fresca que entraba desde la ventana que da a la calle Olmos.
Sabe que señora? La verdad no me interesa lo que me esta comentando, seguramente habrá otros abogados que puedan escucharla… escucharla e interesarse en lo suyo. Es un tema importante lo reconozco, hay que actuar con urgencia, hay que ser muy profesional también…pero sabe que? Con las tetas de su hija no hay mas nada que hablar, con esos pechos…rebotando apenas en cada movimiento, desafiándome a mí y a la gravedad del otro lado del escritorio…la verdad lo suyo me importa un carajo !!
Se lo habría dicho, de verdad lo pensé. Se lo habría dicho si no fuera porque corría el riesgo de que la mujer se enojara (seguramente) y me dejara como abogado, que perdiera un cliente, que me insultara, que le dijera al dueño del estudio y todo eso.
Me quede callado, esperando la oportunidad.
Me quede callado, esperando los jueves a las 16.30 para verle de nuevo las tetas a la hija.