Ahora Belize City es una ciudad completamente hecha de madera, tablas recortadas, pegadas, clavadas, atornilladas, esperanzadas en durar un poco más que nada. Recorrerla, caminar sus calles y moverse es un espectaculo extraño, es habitar un mundo que a cada instante esta prometiendo desaparecer. El banco es un edificio de cemento, firme y robusto, obviamente... lo demás son montones de tablas apenas separadas pro un riacho que comunica el far west con el caribe.
No me digas que no te dije, probablemente nunca se estrene la película, muy probablemente un día desaparezca hasta el decorado.