Inspirarte Derqui 44
Marcelo Lopez – Escritor
Cecilia Testa – Artista Plastica
Marcelo Lopez – Escritor
Cecilia Testa – Artista Plastica
Tema: Algo asi como flotar
Morirse debe ser algo así como flotar. Digo… si es posible sentir estando muerto, si es posible pensar cuando estás muerto.
La verdad no sé porque o como llegue a buscar esas ideas, a pensar esas cosas. Pero más que nada me llamo la atención eso de “sentir”.
Hace rato que estoy seguro, casi diría recontraseguro de que a todos nos preocupan, en el fondo las mismas cosas. No la plata, no el amor, no el éxito, ni siquiera el fracaso o la miseria. A todos, en definitiva, nos preocupa lo mismo. Irnos sin poder volver, irnos sin poder sentir, irnos sin poder contarle a nadie.
Morirse debe ser algo así como flotar.
Lo estuve pensado y la verdad es que preferí quedarme con esa idea. Flotar, como se flota en el mar, apenas movido, apenas acunado por el movimiento leve del agua. Flotar como se flota, aunque sea cayendo, desde un avión antes de abrir el paracaídas. No se si es la idea correcta, probablemente no sea asi, en realidad, morirse, pero no importa lo que yo piense… ahora lo que necesito es creerlo. Creer cualquier cosa, lo que me convenga, lo que me anime, lo que me impulse, lo que, paradójicamente, me mantenga vivo en ese camino a tomar una decisión.
Morirse debe ser algo asi como flotar.
-Te parece?
La miré. Me había olvidado que estaba ahí. Yo pensando en lo mio, en como seria morirse, en como se sentiría si eso es posible. No dije nada.
-Te parece? – repitió.
-Si, no se… supongo – Tuve que decir algo o me seguiría preguntando para siempre.
-Para mi morirse es nada.
-Nada? – Pregunte- Como nada?
-y si… nada, te moris y listo, nada, de vos nada, no sentís nada, no sigue nada. Es como apagar el tele dándole un tirón al cable.
Me gusto la idea y me quede pensando. “Morirse es nada”… me gusto la idea de tirar del cable, de apagar la tele, pero no puedo hacerle caso, no me alcanza, no me completa… para mi morirse es como flotar.
- Lo que decis no tiene sentido… - me dijo- cuando te moris se acaba todo, ya no hay nada, al menos para vos.
Siempre era tan racional, siempre tan ubicada en sus pensamientos, con tan poco espacio para ideas absurdas de esas que te ayudan a seguir viviendo.
- No se… no puedo hacerme a esa idea tan cerrada.
- Bueno, también podes creer en otra vida, en despertarte con años en el cuerpo de niño hindu, o ser una flor en el Sahara o una abeja en el jardín de tu vieja… - Se empezó a reir con fuerza, con ganas, sabia cuanto me molestaba eso de hacerme sentir estúpido.
No le conteste. Cuando se ponía asi, lógica, razonable, concreta, me alteraba.
- A lo mejor encontras un lugar en el cielo, o en el infierno…
- Ya sabes que no creo en esas cosas. Que cielo? Que infierno? Yo te hablo de morirse de verdad no de morirse mas o menos, no de morirse ilusionado en algo que no existe…morirse debe ser algo asi como flotar, de eso no me quedan dudas…bah…eso creo.
- Eso queres creer.
Acepte resignado, tenia razón, una vez mas.
- Si, eso quiero creer… Sabes que me dijo Gonzalo hace unos días? – no espere que respondiera, pase a contarle directamente – me dijo que el tiene miedo de morirse y no darse cuenta…
- No darse cuenta?- Me interrumpio.
La miré. Ahora yo tenía la “manija” de la situación y aproveche para hacer un silencio de esos que hacen que se note.
- Si… de morirse y no darse cuenta, de morirse y no poder despedirse de nadie, de no poder mirar, tocar, pensar en nadie, en su gente…
- Eso que te dijo Gonzalo, es como lo que decías recién, la cuestión esa de que todos tenemos miedo de lo mismo…
La miré. Así era, a eso me refería con lo que había dicho. La miré, estaba parada y el viento del acantilado le llevaba los cabellos tan para atrás que podías verle las orejas y la base del cráneo, la nuca. El día se había puesto gris. La altura era enorme, el mar estaba abajo rompiendo pero era casi sordo, apenas un murmullo.
- German -
La mire.
- No se, para mi morirse es nada…
- Para mi morirse es algo asi como flotar…
Me miro, sonriendo, le gustaba hacerme enojar, molestarme, crearme problemas donde no había.
La miré, le apoye la mano en la espalda y le frote muy suave los hombros, le acaricie el pelo y mientras le decía “nada” la empuje al abismo.
Al principio la escuche gritar pero les juro que la vi flotar.